viernes, 23 de octubre de 2009

de Luis

18.10.09 al 20.10.09

Hola gran Grupo Salvatablas:
Hoy nuevamente estoy con ustedes, como cada encuentro, y más aferrado al grupo, con mi crónica, y cada vez siento más pasión en escribir, pensando en que voy a tener alguien conmigo que sienta esas ganas de escribir. Hoy me quedé solo con esto, por cosas de la vida. El Ale ya no está. Dios quiera que haya sido para bien su partida no pensada, porque yo creo que si hubiese escuchado un poco lo mucho que hablé con él, hoy todavía estaría disfrutando de este espacio. Bueno, de todas maneras Luis está para mantener vigente el espacio crónica.
Gente divina, ¿cómo están?
Yo muy bien, hice lo de siempre. El domingo fui a estar unas horas con mi mamá, le llevé sus flores que cultivo en mi corazón para ella, le conté cómo estoy, que tengo un grupo llamado Salvatablas, que soy actor, que hago teatro espontáneo. Le conté lo bien que me están haciendo estas nuevas personas que conocí acá en la Universidad de las Madres. También ella se enteró de que no me dejaron ir a Córdoba. Terminé mi visita con ella contándole que llevé a cabo lo que ella siempre me pedía. Que dejé las drogas, las pastillas, la cocaína. Que en este momento tengo una nueva vida, nuevos amigos, y que estoy aprendiendo a cuidar mi libertad y lo más importante de mi vida, que son mis dos sobrinas Daiana (17 años) y Natalia (19 años). Yo sé muy bien que ella va a estar muy orgullosa de mí, por estar siempre con las dos princesas, como decía ella. Claro, también le dije que ya son tres, porque ahora está Agostina de 2 años, que algunos del grupo conocen por fotos. Ellas son la luz de mis ojo, y los pilares que me mantienen en pie para seguir en la gran lucha que llevo adelante hoy. Le doy gracias a Dios porque pude estar con mi mamá, una mujer muy maravillosa que partió de mi lado hace 13 años. Pero nunca dejó de estar en mí y cada día de mi vida la quiero más, mi corazón es su gran espacio.

Quiero disculparme por haber hablado mucho de la mujer que más adoro aunque ya no esté. Como les dije el jueves: ojalá hayan disfrutado el domingo. Y quiero darle las gracias a Claudia por su saludo después de mi crónica. Ella tiene el don de una muy buena madre. También Luciana, la verdad que sos una gran mujer. Todavía tengo presente su caminata del jueves en la vereda, abrazaditos como dos verdaderos enamorados. Las felicito por ser dos personas estupendas y de un muy buen corazón. Personas como ustedes son las que siempre hacen que el humilde también tenga ganas de vivir. Eso me hace acordar que ustedes como el grupo también están presentes en mi familia. En la mesa cuando almorzamos hablamos de Salvatablas. Ellos quieren saber todo. Y me alientan a que siga con mi crónica. Dicen que me ven mucho mejor que antes y les conté que todo eso lo logré viniendo al teatro. Es insólito cómo me di cuenta que no quería terminar siendo un enfermo. Una vez volviendo del teatro un día jueves, me estaba reintegrando a las 11 de la noche. Pasaba por el puente frente a la unidad. Ahí estaba uno de mis compañeros re descontrolado con la pase base. Le hablaba para que entre conmigo y no quería saber nada. Estaba atemorizado, mal, asustadísimo. Porque atrás mío venían otros compañeros que sí lograron su reintegro. Esa noche me acosté y no me podía sacar de la mente cómo estaba este compañero. Y me dije a mí mismo: tengo que dejar toda esta porquería, no quiero terminar así, eso no es vida. Al otro día al despertar le dije adiós a todos los malos vicios que tenía y la verdad que ahora me siento muy bien. Hay muchos de mis conocidos que no creen que yo me alejé de todo. Hasta Luciana me decía el jueves, con todo respeto: Luis, vos antes venías... Sí, le dije. No tengo vergüenza en decir que consumía droga. Hoy gracias a Dios y a mi esfuerzo ya no lo hago. Y cuando veo un adicto trato de hablarle, que haga lo que yo hice. Te puedo asegurar que sin droga tu cuerpo y tu mente son muy distintos. Es hermoso lo que vivís estando careta, como decimos nosotros.

Amigos, con esto no quiero molestar a nadie. Sólo comparto con ustedes cómo estoy yo hoy. Estoy muy bien. También tengo una gran familia que me apoya, mi hermano Jorge es un tipo de fierro. Además de hermano, es mi amigo, un compañero, un padre. Con todo lo que tengo soy feliz. Yo siempre tengo en mente que tengo que luchar todos los días por lo que tengo.

Creo que ya estoy cortándoles el recreo y no quiero eso. Yo quiero que estemos cada vez mejor en este lindo espacio que tenemos. Son cosas importantes lo que vamos logrando de a poco. ¿Quién iba a pensar que estando preso tendrías la oportunidad de hacer radio? Yo muchas veces me pongo a pensar que es un gran cambio para todos nosotros esto del Salvatablas. Todo es distinto. Hasta las pibas, es otro ambiente. Al menos para mí. La miro a Victoria y a Loli que son dos jóvenes. Tan educadas y saben lo que quieren para su vida. No cualquiera estudia. En mi barrio, por ejemplo, hay pibas que a los 13 o 14 años ya son madres. Y a los 20 ya son viejas. Por querer lo mejor para mi sobrina siempre estoy con ella, aconsejándole que no deje de estudiar, aunque a ella le encanta hacerlo. Eso es lo que veo en estas dos chicas, porque están en un lugar que les gusta. Y son las 6.30 o 7 de la tarde y dicen "me voy a estudiar". Quiero decirles a las dos que es muy bueno eso. Además veo que el grupo está ahí marcando de cerca que las nenas vayan a la escuela. Sé que lo hacen porque son padres. Y de esa manera se sienten bien.

Me voy a dormir un poco, a tratar de descansar las pocas neuronas que me quedan. Aunque ahora se van a ir reproduciendo. Quizás mañana al despertar, si Dios así lo quiere, me encuentre con cosas nuevas en este mundo en el que vivimos. Porque todos los días se aprende algo nuevo. El gran sueño que tengo, además de mi libertad, es que seamos muchísimos más acá en Salvatablas, que venga más gente de afuera, más familia, más estudiantes, que alguno del grupo se anime a ser coordinador, que tengamos 2 salones, que todo el grupo y los presentes se animen y experimenten el escribir una crónica, que se terminen las cortaditas de pata, que el Servicio no gane esta batalla. Nosotros somos los que tenemos que combatir esto. Tenemos que salir a flote, pongámonos las pilas y cuidemos esto, que somos privilegiados en tener. Que a nadie más le pase lo de Ale. Ahora también Miranda, lo suspendieron todo por 15 días, por llegar tarde de su salido. No pudo estar con su hijo ni disfrutar el día de la madre con ella. Yo lo miraba ese día. El gorila tenía ganas de llorar. Pero le decía que tiene que ser más fuerte que la impotencia. Todos los que estamos en este camino tenemos que estar preparados para todo, y para cosas peores aún: él lo sabe, como decía el compañero Antonio el jueves. ¿Y entonces yo qué? Porque a él le pasó lo mismo que al Ale con su asistida, nada más que Antonio tiene los dos pies en la tierra, y su mente está bien lúcida. Es que así tiene que ser. Ya somos grandes.
Quiero felicitarlo al Antonio por saber manejar los tiempos difíciles y estar bien consciente, lo que es bueno para él. Esa es una buena base.

Bueno gente, así está el país en este tiempo. Fue un fin de semana trágico, muchos accidentes, muchos muertos, creo que el peor día de la madre que yo recuerde de los últimos tiempos. El patrullero que chocó con el colectivo en capital, 8 muertos, los cuatro chicos que cayeron al lado con la camioneta, todos muertos. Pero entre ellos hubo una desgracia con suerte. En Estados Unidos, en una estación, había 2 mujeres con un bebé en un changuito. Se descuidó la madre y el changuito con el bebé cayó a la vía. El tren le pasó por arriba al bebé, el changuito lo arrastró 4 metros. El bebé se salvó. Sólo tuvo unos rasguños. Yo creo que eso es un milagro de Dios. Y también mataron a un pibe de mi barrio que había pedido para venir al teatro. Y lo del Ale. Hablé con su hermana el fin de semana, está en problemas de nuevo. Bueno, no quiero cansarlos de noticias del tema, estoy empapado, mucho televisor tengo encima.

Los quiero a todos y espero que todos hayan tenido un muy buen fin de semana. Que hayan pasado lo mejor con su madre. Hoy tenemos la suerte de que un día más podemos estar acá. Va un chiste:
Dos pescadores estaban en una canoa tomando y pescando, y en eso encuentran una botella en el río. La abren y aparece un genio. Le cumplo un deseo, dice. El borracho le pide que convierta el río en cerveza. El río se convierte en cerveza. Y su amigo le dice: ¡boludo, ahora tenemos que mear en el bote!

Luis

1 comentario:

  1. Elijo sentirme bien.
    Cambio mi visión. Le quito dramatismo a mi vida! Y suelto… Entrego al universo mis tensiones, preocupaciones y dudas. Respiro profundo y al exhalar emito un fuerte suspiro, que poco a poco me calma… Me ubico en el vasto universo infinito… Minimizo entonces mis problemas. Tomo conciencia de lo importante y lo verdadero, de lo bueno que tengo; me abro a la fuerza esperanzadora de todo lo que puedo brindarme a mi mismo y al mundo. Elijo, en este mismo instante elijo sentirme bien; ahora mismo decido ver todo desde el espacio de sabiduría, calma y regocijo interior que surge desde las profundidades de mi pecho. Ahora me invade un sentimiento de tranquila alegría, contención y amor…

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